5/10/2006

Las mejores propuestas de Salud las tiene la perdedora

El Perú es el país de las maravillas, donde todo puede suceder. En esta linda tierra un candidato puede haber tenido el peor gobierno en la historia y pasar a segunda vuelta. En la cuna del imperio de los incas, otro candidato con serias acusaciones de violaciones a los derechos humanos puede sacar 3 millones de votos a su favor. Lo único que no se perdona, en mi patria, es ser etiquetado como "candidato de los ricos". Aunque las propuestas del mismo sean las mejores.

Eso creía yo hasta que leí en un diario capitalino las declaraciones de Juan Carlos Gómez de la Torre, por ahora el creativo publicitario más importante del Perú, comentando la impresentable campaña de Lourdes Flores: "Sus adversarios la madrugaron. Ella debió tratarlos de demagogos, populistas, cuenta cuentos. Creo que no debió tener miedo de hablar de cómo crear riqueza. Le faltó ser más 'mosca' y responder cosas como: 'Me dicen que soy la candidata de los ricos, pues tienen razón. Rico es lo contrario de pobre. Y yo quiero que los pobres sean más ricos, quiero empezar a nivelar hacia arriba no hacia abajo'".

¿Qué habría pasado si Lourdes dijera eso? La verdad, me parece una estrategia bastante buena, digna de alguien acostumbrado a pensar creativamente –en Norteamérica dirían "out of the box"– fuera de las 4 paredes en las que razonamos ordinariamente. Sin lugar a dudas Lourdes no ha ganado ningún voto negando y renegando su condición de candidata de los ricos; y sin embargo, con afirmarlo de manera creativa bien hubiese podido ganar algunos puntos. Quizá los suficientes como para pasar a la segunda vuelta.

Me venía a la cabeza estas ideas al analizar los planes de gobierno de Humala y García en el tema salud, porque, tal como lo habíamos dicho en el artículo anterior, sus propuestas no dejan de ser meras promesas bienintencionadas sin decirnos ni cómo hacerlas ni con un diagnóstico serio. Esto me llevó a extrañar a Lulú porque su plan es, por kilómetros, mucho más convincente.

Para empezar, los temas de educación y salud figuran en primer lugar del plan de Lourdes. García los ubica en un quinto punto y Humala en un sexto. Es una ironía del destino que la mentada candidata de los ricos ponga los programas sociales en primer lugar, dándoles la importancia que merecen y los candidatos del pueblo no.

Luego el diagnóstico del plan de Unidad Nacional –en Salud– es muy bueno. Ya es meritorio resaltar que hace un diagnóstico previo, porque Ollanta y Alan ni se molestan en mencionar alguno. En ese análisis se nos muestra cifras desgarradoras de la situación actual del sector: El 81% de los médicos se concentran en las zonas urbanas de apenas 7 departamentos y el 80% de los 500 hospitales y 7,100 centros y puestos de salud públicos y privados en el sector se encuentran igualmente concentrados en las zonas urbanas de 12 departamentos. Es decir, cerca de la mitad del Perú está sin atención médica de ningún tipo.

Pero el caos no empieza aquí. Tal como lo afirman otros expertos independientes, el plan de gobierno de Unidad Nacional muestra que el gran problema de la salud en el Perú es la dispersión de sus servicios, que dependen de instituciones independientes con poca o ninguna coordinación: están los locales del Ministerio de Salud; Essalud, que depende del Ministerio de Trabajo; las sanidades de las Fuerzas Armadas y policiales, que dependen del Ministerio de Defensa e Interior, respectivamente; y en el sector privado las EPS, que dependen de su respectiva superintendencia.

Una vez detectado el problema, la solución viene por sentido común. Es necesario unificar los servicios de salud. Lo que Unidad Nacional plantea es que Essalud pase a depender del Ministerio de Salud, manteniendo su autonomía, y las sanidades se unan en una sola entidad. Además, habría una reestructuración de cada nuevo sector para que sea mucho más eficiente y lleguen a más personas.

Si usted quiere leer estas ideas dentro de los planes de gobierno de García y Ollanta, no pierda su tiempo. Simplemente no están. Sus "expertos" han divagado en otros numerosos campos, pero no han dado en el clavo para nada. ¿Unificación del sistema? ni pensarlo. Hablan de ampliación de la cobertura de los seguros de salud a más gente, pero no se dan cuenta que en la situación que estamos no será posible. Acá es el sistema lo que está mal y hace falta una reestructuración desde la base. ¡Ay Lulú! Si hubieses hecho caso a los creativos, otro sería el cantar.